Abrí este espacio no porque sea una escritora experta, sino porque la escritura me hace libre. Escribir no siempre es fácil, y no pretendo que mis palabras sean perfectas o universales. Al contrario, en esta página quiero encontrar, a través de mis propias imperfecciones, un lugar para compartir lo que siento y pienso.

La escritura ha sido para mí una especie de refugio. Aquí vuelco mis pensamientos, mis miedos, mis tristezas, frustraciones, vergüenzas, mis decisiones y comportamientos, hasta mis heridas. La escritura se ha convertido en una manera de escucharme, de entender un poco más mis creencias, de descubrir cómo pienso y de darle voz a mis emociones. No siempre será “la verdad” en el sentido más estricto, pero es mi verdad, y tal vez pueda resonar también como la verdad de alguien más.

Este blog no es solo para mí; es un espacio abierto para compartir ideas, reflexiones y experiencias. Es posible que lo que aquí encuentres no sea relevante para todos, y eso está bien. Pero tal vez alguien, en algún rincón del mundo, conecte profundamente con mis palabras, y eso ya es suficiente.

Así que te invito a leer y a compartir tus propias vivencias, pensamientos o relatos. Espero que encuentres aquí un espacio de conexión, un rincón para ser tú mismo/a, tal como yo lo estoy intentando ser a través de estas líneas.

Ah, y no me podía ir sin invitarlos e insistir: escriban, escriban como se les dé la gana, ¡pero escriban!

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